martes, 10 de agosto de 2010

Significant Other

No hay que disfrazar lo que sentimos, hay que decirlo tal como lo pensamos.

Ay, mujer, mujer. ¿Cuándo llegarás?

Con una sonrisa miro al destino y suspiro, cansado. Hay veces en que el día me arrastra hasta lo más hondo de mi ser y me patea hasta que me ahogo en el fango. Luego, estiro una mano y busco de donde sujetarme. Siempre hay de donde sujetarse (y el día que no lo haya, entonces habré mentido, sólo eso, ya que igual saldré). Aprieto, extiendo la segunda mano, aprieto de nuevo y me jalo hacia afuera. Tomo una gran bocanada de aire y vuelvo a hacer esfuerzo. Para el anochecer ya ando duchado y en pijama.

Y sus alas revolotean a mi alrededor por amor a uno.

Con gente a mi alrededor, mucha gente y pocos amigos. Los cuento con una mano, en realidad. A ellos no los quiero fumar. A mi amada alguna vez sí la fumaré y la consumiré hasta asfixiarla porque seremos uno y estaré MUY enamorado. El amor mata (¿o no sabían acaso?). Mas entonces me pregunto porqué existe tanta gente, cuando a muchos ni se les puede llamar persona: poca educación, falta de caballerosidad, desganas de sobresalir, ideas pobres, existencia aburrida. A todo esto, ¿quién soy yo para juzgar? No juzgo, comento. Es muy posible que me equivoque y espero hacerlo, porque si no, el mundo sí acabará en el 2012; aunque yo insista en que a los mayas se les acabó la piedra.

Amor fugado, me tomas, me dejas, me exprimes y me tiras a un lado.

La historia de mi corta y sencilla vida es la de un loco que ruge para salir adelante. Aunque sea en sueños, jamás dejo de rugir. Rendirse es una opción inexistente, como si no estuviera programado para ello (aunque a veces me da un bug y entonces me rindo). Es amor mutante el que me mueve y me jala de un lado a otro como un dulce trapo, sucio. Esperar paciente por el fin del mundo que me encanta con la esperanza de un tonto de que todo saldrá adelante siempre. El sol a veces me apoya y a veces se burla de mí, depende del humor del astro.

Aún así heme aquí. Buenas noches.