Si deseas la paz, prepara la guerra.Tienes que nadar. Nada por tu vida. Nada cuando creas que te vas a hundir y cuando los dioses te jalan hacia el fondo; tienes que nadar, mover tus brazos, tragar agua de mar y seguir dando brazadas. Haz a un lado el agua negra y elevate a la superficie donde podrás observar el cielo y soñar con volar en él.
No me voy a rendir. Créeme que no. Debes alcanzar al sol para abrazarlo y reírte del mundo. Manten la frente en alto, sonríe; sueña con el mundo que quieres, lucha para obtenerlo. Para sobrevivir hay que mantener el nado y las esperanzas.
Sueña, sueña.
Y aunque el mismísimo Poseidon me atraviese con su tridente y me jale de los pies voy a seguir nadando. ¡Porque sueño con volar! Y el primer paso para ello es poder mirar las nubes para así aprender de ellas el como volar. Es entonces que podré desplazarme con mayor libertad y podré abrazarlas a ellas también.
No me voy a rendir. Créeme que no. Con un leal juramento hacia mi libertad lucho contra las desdichadas cadenas que creen poder contenerme; repito que ni los dioses me van a detener. Ni los ángeles ni los demonios. Contra todos puedo porque lo intento con toda mi vida. No hay mañana. No me voy a rendir.
Y la recompensa será grande: surcaré los cielos como un ave más y podré animar a los demás que están nadando hacia mí. Rugiré para ellos y seré un guía, seré una luz roja con una radiante sonrisa que los inspirará. Porque para eso estoy, para vivir al máximo, para agradecer cada día.
Los recuerdos de aquella tarde que nos conocimos me arrastran hacia adelante. Las mañanas frescas y cálidas son iguales en una cosa: debo andar. Tengo que reconocer que ya no soy el mismo ya que sigo atado a mi espejismo de libertad. Vivo por ella. Si realmente la vida me la quitase, ¿qué será de mí? ¡Poco! Y es por eso que sigo nadando, para alguna vez tomar entre mis manos el poder de volar.
Por la música que me anima, por las palabras de aliento de mi gente y por el dolor que me agrada. Porque puedo, porque estoy loco y soy un maldito soñador. Porque mi sonrisa es imbatible e inoxidable.
No me voy a rendir.
Oportunidad.
No pienses de esto como "superado en número".
Piensa de esto como "un ambiente rico en objetivos."
