Fake Empire

No es grande aquel que nunca falla si no el que nunca se da por vencido.

Cada vez es más difícil mantener el buen humor y la caballerosidad. En un mundo donde lo simple y fácil prevalece sobre lo decente y emocionante. Cuando las mujeres ya no son damas y los hombres ya no son caballeros. Donde el negro trata de tragarnos de un bocado y el rojo trata de evitarlo: el rojo, el fuego, el caos y la sangre me ayudan a defenderme. Me hacen sonreír y gritarle al viento que no me iré sin luchar, sin explotar.

Porque sí, más que gris el mundo parece negro. ¡Es tan difícil conseguir buenas amistades ya! Cada palabra huele a mentira y los abrazos son falsos. La lealtad es una rama frágil que pocos se atreven a proteger con un abrazo. ¿Cuántos se atreven a tomar un golpe o dos para cubrirle? ¡Pocos! Uno debería cerrar los ojos y abrir el corazón pero sucede al revés. ¡Deben decir lo que necesitan decir!

Pero eso sí, con la misma sonrisa cínica, orgullosa y demente, me mantengo de pie con los puños bien cerrados y las alas extendidas. ¡No me iré sin luchar! Saborearé el dolor hasta la última gota y enfrentaré a la vida: ¿Valió la pena?

Y sí, ando gracioso y distraido. ¡Hurra por mí!



Que hardcore.